En todas las sesiones de coaching, existe una conversación entre el coach (el profesional) y el coacheé (el cliente), en la cual este manifiesta en voz altasu estado actual y declara, a su vez, sus objetivos deseados. El coach lo asiste en este proceso mediante una serie de preguntas específicas que hacen reflexionar sobre todas sus fortalezas y debilidades. El objetivo detrás de todo proceso de coaching es despejar al coacheé de su confusión para así abrir la posibilidad de accionar en pos de su beneficio.
Los encuentros se producen normalmente una vez por semana o quincenalmente. Sin embargo, el proceso entero puede extenderse por meses, incluso años, desde la primera sesión de coaching. Durante este tiempo, se transitan múltiples etapas que consisten en dar identidad al problema. Ser consciente de él. Para así, marcar a hoja de ruta y llevarla a la acción. Una sesión de coaching dura, aproximadamente, entre una hora o una hora y media.
Durante la sesión, el coach asiste al coacheé a precisar sus pensamientos a través de ciertas preguntas. Si el cliente se aleja en algún momento del camino trazado, el coach será el encargado de redirigir la conversación, analizando nuevas cuestiones que crea conveniente para transitar hacia el camino trazado inicialmente.